Lucir de forma definitiva una piel sin vello es posible incluso en las zonas más sensibles de tu cuerpo. Las ventajas de la depilación láser son muchas y cada vez más personas se benefician de ellas, pero algunas personas aún dudan acerca de si esta puede llevarse a cabo en cualquier parte del cuerpo, especialmente en zonas tan sensibles como las ingles, las axilas o la cara.
Si quieres deshacerte de forma definitiva del vello en cualquier zona, la depilación láser es tu mejor opción, permitiéndote disfrutar de una piel lisa y sedosa incluso en las zonas más delicadas. En GrupoStop te lo contamos.
La depilación láser funciona en las zonas sensibles exactamente igual que en el resto del cuerpo, y es que la tecnología láser actual permite su aplicación en la totalidad de la piel sin necesidad de ajustes ni cambios.
Antes de la sesión, los profesionales de GrupoStop hacemos un examen de la piel del cliente para comprobar cuál de los distintos métodos ofrecerá unos resultados más satisfactorios en función de las características de cada piel.
Una vez en el tratamiento, la depilación láser funciona mediante la aplicación de luz concentrada en un haz sobre la piel. Esta luz es absorbida por la melanina presente en la piel, concentrándose sobre todo en el pelo, con mayor contenido de este pigmento. Así, la luz absorbida se transforma en calor, que se transmite hasta la raíz capilar y destruye el folículo, impidiendo así por completo que vuelva a producir más vello. Por eso podemos afirmar que la depilación láser es definitiva.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el vello humano pasa por 3 diferentes fases y que la depilación solo afecta de forma total al vello que se encuentra en fase anágena. Es por esto que es necesario hacer varias sesiones de depilación láser, espaciadas en el tiempo, para conseguir unos resultados óptimos, asegurando afectar a la totalidad de los folículos activos, que nunca se encuentran todos en la misma fase.
Además, también es importante saber que, con los años o los cambios hormonales, es posible que necesites volver a hacerte algunas sesiones de depilación en una zona que ya trataras tiempo atrás. Esto no significa que el pelo depilado haya vuelto a crecer, sino que nuevos folículos se han activado debido al envejecimiento y los cambios en el organismo, en un proceso natural.
Al fin y al cabo y aunque no lo creas, los humanos tenemos una cantidad de folículos muy parecida a la de los chimpancés, aunque nuestro vello es mucho más fino y una buena parte de ellos permanecen en estado durmiente.
Todas las zonas del cuerpo pueden tratarse con láser sin problemas, siempre y cuando los expertos médicos del centro hayan verificado en el análisis previo que así es.
Durante la sesión de depilación, es muy común sentir sensaciones de ardor o de molestia por calor, incluso leve dolor en algunos casos. Tras esta, las zonas sensibles frecuentemente aparecen enrojecidas, molestas e incluso ligeramente inflamadas, aunque esto no es malo, es simplemente una señal de que la depilación ha hecho su efecto.
En casi todos los casos, estos efectos desaparecen en menos de 24 horas, así que no interrumpen la vida ni el ritmo diario. Si pasado ese tiempo sigues teniendo molestias o síntomas de algún tipo, consulta de inmediato con los especialistas.
Hay una serie de medidas que debes tener en cuenta tanto antes como después de tu depilación láser para cuidar tu piel.
Antes de la depilación láser:
Después de la depilación:
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