Uno de los problemas estéticos que más inquietan a las mujeres es cómo acabar con la celulitis. No debería de extrañarnos, si tenemos en cuenta que la acumulación excesiva de grasa en caderas, glúteos, muslos, abdomen o brazos afecta o afectará a la práctica totalidad de las mujeres en un momento u otro de su vida. Hasta hace relativamente poco, la única manera de deshacerse del exceso de grasa era pasar por el quirófano. Por suerte, hoy contamos con otras soluciones muchos menos invasivas e igualmente eficaces. Pero… ¿cómo conseguir el efecto liposucción sin cirugía?

Aunque existen diversos métodos para reducir la celulitis —como seguir una dieta específica, hacer ejercicio de manera regular o masajear el área afectada, idealmente con una crema anticelulítica—, los únicos remedios capaces de eliminar la grasa totalmente son la cirugía estética y la medicina estética. Por ser mucho menos invasiva que la anterior y no precisar de hospitalización, esta última goza cada día de más popularidad.

Las cifras hablan por sí solas: según datos de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), más de un 30% de la población española se ha sometido a uno o varios tratamientos de medicina estética, y se prevé que, en un plazo de cinco años, el porcentaje llegue a el 50%. De estos pacientes, muchos se han acogido a alguna de las técnicas de reducción de grasa no quirúrgicas. Veamos a continuación cuáles son las más eficaces para conseguir el efecto liposucción y en qué consisten.

Qué es una liposucción y cuáles son sus riesgos

Son muchos quienes se refieren a los procedimientos de reducción de grasa no quirúrgicos como liposucción no quirúrgica. En cualquier caso, lo cierto es que NO se trata de una liposucción.

La liposucción tradicional es un procedimiento quirúrgico para la eliminación de depósitos grasos a través de cánulas que se insertan en la piel mediante pequeñas incisiones. Con la ayuda de estos tubos, un cirujano aspira el exceso de grasa corporal. Esta técnica puede emplearse en zonas en la que esta se acumula en grandes cantidades, y puede ser efectiva después de una única sesión. Dado que la liposucción se lleva a cabo en un quirófano, el paciente tiene que pasar por un proceso de recuperación, durante el que puede sentir hinchazón y dolores, y en el que puede haber riesgo de infección.

Esto no ocurre con las alternativas a la liposucción que ofrece la medicina estética. Estas pueden basarse en la utilización del láser, las terapias de frío o calor o la aplicación de ultrasonidos para destruir las células grasas o adipocitos, que después serán eliminadas por el organismo como productos metabólicos. En todos estos casos, y a diferencia de la liposucción, el tiempo de recuperación es sensiblemente inferior o nulo.

Ventajas de la medicina estética frente a la liposucción

Como hemos indicado, los tratamientos de medicina estética por láser o luz, terapias basadas en el uso del frío o el calor, la aplicación de ultrasonido o radiofrecuencia. El objetivo es siempre el mismo: destruir las membranas celulares que rodean a las células grasas. Esto hará que, con el tiempo, la grasa se disuelva y se elimine del organismo de manera natural, a través de la orina.

Otra de las ventajas de la medicina estética respecto a las liposucciones tradicionales es que no incluye procedimientos que exijan hacer incisiones en la piel. Se trata, por lo tanto, de un procedimiento no invasivo con un proceso de recuperación muy breve o inexistente, menos hinchazón y dolor y una posibilidad muy reducida de complicaciones posteriores al procedimiento, como las infecciones. Por lo general, no requiere mucha preparación antes de cada sesión (aunque, eso sí, es indispensable que el experto analice las características, las necesidades y el historial clínico del paciente). Además, la persona puede reincorporarse a su rutina habitual tras salir del centro de estética. Todo ello sin olvidar que los procedimientos asistidos por ultrasonidos permiten a los profesionales ser muy precisos en la reducción de grasa, con un riesgo irrelevante de complicaciones posquirúrgicas.

Por otro lado, los tratamientos de medicina estética ofrecen la ventaja adicional de que pueden combinarse con otras terapias para mejorar aún más los resultados o acelerar la pérdida de grasa.

Así, la reducción de grasa no quirúrgica es una buena opción para aquellos que necesitan eliminar la celulitis en ciertas zonas, cuando la dieta o el ejercicio físico no son suficientes. Sus efectos son rápidos y de larga duración, si bien es posible que no se consiga la total eliminación de la grasa en el caso de aquellas personas que presentan una gran acumulación de células grasas.

Las mejores alternativas a la liposucción, sin cirugía

Aunque el ámbito de la medicina estética está en constante evolución, actualmente cuenta con tratamientos consolidados y con una demanda cada vez mayor. Uno de los más populares es la mesoterapia corporal, una técnica que emplea microinyecciones de principios activos para eliminar el exceso de grasa. En Grupostop, ofrecemos una modalidad conocida como mesolipoterapia, basado en la administración del medicamento Alidya ®. Este producto ha demostrado ser seguro y más efectivo que otras formulaciones similares, ya que desintoxica las células de los tejidos grasos, disuelve las toxinas, oxigena el área tratada y ayuda a reestructurar la piel.

En los centros de medicina estética de Grupostop, también ofrecemos tratamientos de presoterapia. Estos consisten en aplicar una presión controlada en determinados tejidos cutáneos, provocando un efecto similar a un masaje que favorece el drenaje linfático y la circulación sanguínea, lo que se traduce en la eliminación del exceso de grasa. En nuestro caso, y para proporcionar el mayor confort al paciente, así como un resultado óptimo, empleamos la presoterapia neumática, mediante el uso de una cámara hinchable o traje neumático en el área que se va a tratar. Un sistema de control hace que la estructura neumática se ajuste al cuerpo del paciente y provoque un aumento de la presión.

La radiofrecuencia corporal es otro medio excelente para combatir el exceso de grasa, la celulitis y la flacidez. A través del empleo de ondas electromagnética directamente sobre la piel, se consigue un efecto térmico que favorece la eliminación de los depósitos grasos.

Otra solución altamente eficaz es la hidrolipoclasia. Esta técnica combina la presoterapia con la cavitación, un tratamiento médico basado en la aplicación de ultrasonidos en ciertas zonas del cuerpo para eliminar la grasa localizadas. Estas ondas presionan el tejido adiposo, lo que contribuye a destruir los adipocitos, que serán eliminados por el sistema excretor.

Hasta aquí las técnicas más eficaces para conseguir el ansiado efecto liposucción sin cirugía. ¿Te han quedado dudas o preguntas? En ese caso, llámanos gratuitamente al 900 828 410 o mándanos un e-mail [email protected]. Daremos respuesta a tus preguntas y te ayudaremos a obtener tu mejor versión. ¡No te cortes!

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