Parafraseando el título de una película clásica, las bicicletas siguen siendo para el verano. Como cada año, cuando llega el buen tiempo y las vacaciones, despertamos a nuestra bicicleta de su larga siesta invernal y nos animamos a recorrer carreteras y caminos. Y es que no hay nada como hacer ejercicio mientras respiras aire puro y disfrutas del paisaje que te rodea. Quizás sea por esto por lo que el ciclismo es hoy por hoy el deporte más practicado en nuestro país.

Aunque el mundo de la bicicleta ha cambiado una barbaridad desde que empezamos a dar nuestras primeras pedaleadas. Los tiempos en los que el Tour de Francia nos inspiraba a lanzarnos a la carretera (¡lo que hubiéramos dado en Grupostop por meterle mano al entrecejo de Miguelón Indurain!!), han dado paso a la moda de las bicicletas de montaña y al BMX; al asfalto le han salido nuevos competidores: la montaña, el campo, los descensos, los parques de skating y hasta la playa y la nieve se han convertido en pistas de ciclismo; hoy los límites los pones tú.

Las mismas bicicletas también han evolucionado mucho. Siguen teniendo dos ruedas y – la mayoría – se impulsan por pedales; el resto de elementos de la bicicleta ha cambiado radicalmente. El carbono ha sustituido al hierro; los frenos de disco, a los de pinza; y el manillar de triatlón se ha impuesto al tradicional de cabra. Las bicicletas son ahora más ligeras, más resistentes y vienen equipadas con todo tipo de dispositivos conectados: que si cuentakilómetros, que si navegadores, que si cámaras GoPro, que si aplicaciones que miden tu ritmo cardíaco y las calorías quemadas… Todo un mundo de avances a tu servicio mientras le queden baterías a tus aparatos… y a ti.

Eso sí, también siguen habiendo cosas que nunca cambian. Antes y ahora, se siguen imponiendo esos ajustados maillots a prueba de tipitos perfectos y vientres planos, que tan mal se llevan con las cervecitas de más. El casco y el bidón con bebidas energéticas continúan siendo absolutamente indispensables. Y, por supuesto, todo buen ciclista sigue llevando sus piernas perfectamente depiladas, como ya os explicamos en un post anterior.

¿Te acuerdas de esas agotadoras sesiones de spinning que hacías durante el invierno? Pues ha llegado el momento de cambiar las cuatro paredes del gimnasio y el ambiente cargado, por rutas al aire libre con la carretera o el monte como marco de fondo y el sol como compañero de viaje; ¡un sinfín de beneficios te esperan!

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CICLISMO, UN DEPORTE SANO Y COMPLETO

Pocos deportes hay más saludables que el ciclismo. Subirse a la bicicleta de forma regular estimula la circulación sanguínea, lo que reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, y fortalece nuestros pulmones, reduciendo la presencia de grasa en sangre.

Además, el ciclismo activa la mayoría de nuestros músculos, especialmente los del tren inferior (cuádriceps, glúteos y gemelos), aunque también estimula la zona lumbar y abdominal, los pectorales, hombros y espalda. Y, por descontado, es un ejercicio ideal para bajar peso por el alto ritmo metabólico y el ejercicio aeróbico que desarrolla. Está recomendado para quemar la grasa corporal en personas con sobrepeso, ya que permite hacer deporte sin un alto desgaste de las articulaciones, ya que el 70% del peso corporal se apoya en el sillín.

Pero lo que no todo el mundo sabe es que el ciclismo ayuda a reducir el colesterol “malo”, reduce la calcificación de los vasos sanguíneos, potencial el sistema inmunológico y disminuye la probabilidad de padecer cáncer de colon, próstata y páncreas, la artritis o la diabetes tipo 2.

Pero además de estos aspectos preventivos, está demostrado que montar en bicicleta mejora nuestra coordinación de movimientos y sentido del equilibrio e incrementa la generación de endorfinas, también conocidas como hormonas de la felicidad, lo que aumenta la sensación de optimismo y bienestar. Por último, nos ayuda a combatir el estrés, la ansiedad o los estados depresivos.

Con este cuadro de beneficios, no es de extrañar que el ciclismo gane más adeptos cada día en cualquiera de sus disciplinas.

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LAS BICICLETAS TAMBIÉN SABEN DE MODAS

El ciclismo nos ofrece diferentes opciones para practicarlo, dependiendo del tipo de pista que recorramos, las bicicletas que usemos y el uso que le queramos dar.

El ciclismo más clásico es el de carretera; es el que sigue contando con mayor número de adeptos. Sus rutas suelen ser más largas que en otras modalidades ya que, al realizarse sobre una superficie regular y lisa como es el asfalto, nos permite usar ruedas muy delgadas que minimizan la fricción con el suelo, por lo que el desgaste energético es menor.

Pero si te gusta el contacto con la naturaleza, siempre tienes la opción de cambiar la bicicleta de router por una mountain bike. El ciclismo de montaña nos permite salirnos de las rutas que conocemos para descubrir nuevos parajes y caminos que por su extensión no podríamos hacer practicando trekking.

El ciclismo de montaña o mountain bike nos ofrece distintas posibilidades. Para amantes de las emociones fuertes, tenemos el descenso. Circular cuesta abajo sin apenas tocar los frenos mientras esquivas rocas, troncos y árboles y algún trekker despistado disparará tu adrenalina. Además, las últimas innovaciones en mountain bike nos ofrecen ruedas super-anchas, con las que puedes circular sin problemas sobre la arena de la playa, o ruedas de clavos para pedalear sobre la nieve y el hielo en invierno.

ciclismo

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Otra modalidad, poco conocida en España, es el ciclismo en pista. Si tu ciudad cuenta con un velódromo y te gusta la velocidad, esta práctica te puede llegar a enamorar. Las bicicletas de pista son iguales a las de carretera, aunque usa platos más grandes y suele estar fijada en el piñón más pequeño, para maximizar la potencia de pedaleo. Hay diferentes pruebas, como la persecución, el omnium, contrarreloj, etc… Quien lo prueba, se queda enganchado.

Muy relacionado con el ciclismo, encontramos una práctica deportiva que está experimentando un fuerte auge en nuestro país: el triatlón. Este deporte combina la natación y la carrera a pie con un recorrido de 20 km. en bicicleta de carretera.

Pero la bicicleta no tiene por qué estar ligada necesariamente al ejercicio deportivo. La moda del ciclismo urbano va poco a poco conquistando las grandes urbes, gracias a que nos ofrece un medio de transporte barato y, sobre todo, ecológico. Algunas ciudades están ampliando sus circuitos de carril-bici. En ocasiones, ésta puede ser la mejor opción para llegar al trabajo a tiempo y evitarte los interminables y desesperantes atascos matinales.

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¿QUÉ NECESITAMOS SABER A LA HORA DE PRACTICAR CICLISMO?

  • Recuerda que el uso del casco es obligatorio. Al llevarlo no solo reducirás sensiblemente el daño que te puedes hacer al caerte, sino que también te evitarás una multa de 90 euros.
  • Planifica tus rutas previamente antes de salir. Ajusta el recorrido y la distancia a tus posibilidades, teniendo en cuenta las dificultades del terreno y el desnivel que vas a recorrer.
  • Siempre que sea posible, coged las bicicletas en compañía. Sea en una asociación o equipo o con un grupo de amigos, ir acompañad@ te ofrece una ayuda extra en el caso de que tengas una caída o pinches (nunca salgas a la carretera sin, al menos una llanta de recambio o un kit repara-pinchazos y una bomba de aire). Además, os animareis mutuamente cuando las fuerzas flaqueen.
  • Si vas a practicar ciclismo en carretera, recuerda que estas circulando por una pista que compartes con otros vehículos, mucho más fuertes, rápidos y protegidos que tu bicicleta. Respeta las normas de tráfico, circula por el arcén, en caso de que no haya carril-bici, y, si vais en grupo, circulad en fila india. En la medida de lo posible, escoge un itinerario por carreteras secundarias, donde el tráfico es menor.
  • Para los fans del ciclismo hay una cita ineludible: La Vuelta a España, que este año se celebra del 20 de agosto al 11 de septiembre. Si La Vuelta pasa cerca de tu población, no puedes dejar de visitarla; alrededor de cada etapa, la organización monta pruebas cicloturistas y eventos. Además podrás ver a tus ciclistas favoritos. Consulta aquí el itinerario de La Vuelta 2016.

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¿Necesitas más razones? Es el momento de ponerte tu culotte y tu maillot, ajustarte casco y gafas, montar las calzas sobre tus piernas perfectamente depiladas y empezar a pedalear. Desde Grupostop te animamos a ello; sin duda, pocas opciones tienes mejores para estar… ¡Siempre a Punto!

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