“Amargo verdadero”. El áloe vera encierra en su nombre la esencia de su origen y su valor; de la unión del árabe “alloeh” (amargo), que hace referencia a su sabor, y el latín “verum” (verdadero), para distinguirlo de las muchas variantes que el áloe tiene. Esta planta proveniente del este y sur de África se lleva utilizando para el cuidado de la piel desde el nacimiento de las grandes civilizaciones mediterráneas.
Su cultivo, extendido hoy por todo el mundo y especialmente fértil en zonas desérticas y calurosas, ya era usado en la farmacología sumeria del siglo XXI AC. De hecho, existen dibujos del áloe o sábila en las paredes de templos egipcios desde hace al menos 6.000 años.
Del áloe vera se extraen dos compuestos diferentes: el acíbar o látex y el gel. Es importante tener en cuenta que estos principios necesitan ser purificados antes de su uso, ya que en estado puro pueden resultar dañinos para la piel, causando irritación o reacciones alérgicas.
El áloe vera es una planta fácil de cultivar, siempre y cuando se mantenga en temperaturas superiores a los 10ºC y en entornos secos, ya que no soporta el exceso de humedad. Lleva a alcanzar los 60 cm. de altura y tiene unas flores amarillas que lo hacen apreciado en jardinería como planta decorativa. Además, ayuda a prevenir infestaciones de plagas, como ácaros y cochinillas.
Pero lo que realmente hace del áloe vera un producto con una gran demanda a nivel mundial son las múltiples aplicaciones que ofrece en el campo de la cosmética y la farmacia. Porque es una planta rica en vitaminas, minerales, aminoácidos y enzimas, por lo que sus ventajas son aplicables en muchos usos, tanto internos como externos.
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UN SINFÍN DE BENEFICIOS
Muchos y muy diferentes son las ventajas a las que se asocia el consumo del áloe vera. Su látex es recomendado para aliviar el estreñimiento por su acción purgante. La pulpa es apreciada para curar llagas bucales y gingivitis. Con su jugo se realiza una receta que, mezclado con zumo de naranjas y un vaso de agua, ayuda a combatir los problemas de colon y el ardor estomacal.
Pero eso no es todo; el áloe vera tiene muchas propiedades beneficiosas usado como champú o protector capilar: resulta que es un magnífico protector solar para el cuero cabelludo, elimina la caspa del pelo y es un excelente relajante, puesto que relaja los músculos de la cabeza si, al aplicártelo, lo acompañas con un masaje en el cuero cabelludo. También puedes aplicártelo directamente sobre el cabello seco y las cejas.
Algunos estudios demuestran su eficacia para reducir el colesterol y los triglicéridos y se están estudiando su efecto para combatir la diabetes y determinados tipos de cáncer.
Por si fuera poco, sus propiedades depurativas y desintoxicantes lo convierten en una magnífica ayuda para adelgazar; un licuado de una hoja de sábila y el zumo de un limón acompañados con una cucharada de miel, son el complemento ideal para tu dieta y tu tabla de ejercicios. Tómalo por las mañanas en ayunas hasta la hora del desayuno y ¡verás cómo te sorprenden sus resultados!
Y, POR SUPUESTO, TAMBIÉN PARA LA PIEL
Aunque la clave del éxito y la fama que actualmente tiene el áloe vera en todo el mundo está relacionado con sus usos aplicados sobre la piel. Su gel ha sido tradicionalmente usada para tratar quemaduras y mejorar el proceso de cicatrización de la piel por sus propiedades antisépticas, bactericidas, antiinflamatorias y regeneradoras de la piel, que le permiten actuar como una barrera natural de la piel e impide el paso de los gérmenes, elimina bacterias y hongos y disminuye las supuraciones.
Además, en su tiene un alto contenido de agua y resulta muy eficaz para la renovación celular de las heridas gracias a su capacidad regeneradora de tejidos. Estas propiedades lo convierten en un buen aliado contra el acné; las cremas, jabones y lociones que contienen áloe reducen la cantidad de grasa en el rostro y disminuyen la hinchazón de las erupciones. Por este mismo motivo, también resulta muy útil como componente para gel de afeitados y cremas depilatorias, sobre todo para casos de pieles sensibles e irritables.
A nivel dermatológico, ayuda a desaparecer la celulitis – combinado con una dieta adecuada y ejercicio – y suaviza los picores de la piel propios de la dermatitis seborreica y la psoriasis, ayudando a regenerar la piel afectada.
Y, por supuesto, es un excelente protector solar que ayuda a disminuir la incidencia de los rayos UV sobre nuestra piel. Basta con aplicarse una crema de áloe unos minutos antes de exponerte al sol para que sus componentes te protejan con seguridad mientras te pones morena.
UN COMPONENTE PRESENTE EN NUESTRAS SOLUCIONES
De hecho, en Grupostop el áloe vera se encuentra entre los distintos componentes presentes en nuestras cremas post-depilatorias, como es el caso de nuestro gel post-depilatorio H20System.
El gel H20System es el primer gel post-depilatorio específicamente desarrollado para el cuidado perfecto de tu piel tras una sesión de depilación láser. Combina los efectos antioxidantes y anti-aging de las vitaminas A y E con el poder de la glicerina, que refuerza la barrera cutánea, hidrata y regenera tu piel. Esta combinación de elementos da como resultado un gel que nutre intensamente la piel, proporcionándole alivio y evitando esos molestos brillos y sensaciones grasas.
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