¡Descubre los mejores trucos para mejorar la circulación! La mala circulación es un problema cada vez más extendido, debido principalmente tanto al envejecimiento acelerado que la población está experimentando a nivel global como a los malos hábitos de vida, entre los que se encuentra el sedentarismo.
Cuando nos referimos a sufrir de mala circulación hablamos casi siempre de la circulación venosa, culpable de los conocidos problemas de varices, piernas cansadas y otras dolencias. Se trata, sin embargo, de un problema que va más allá de unas simples molestias y que puede conllevar graves problemas de salud si no se le pone remedio a tiempo.
¿Qué puedes hacer para mejorar la circulación? En GrupoStop te mostramos algunos trucos para mejorar la circulación, así como tratamientos a los que puedes recurrir para ponerle freno cuanto antes a tu mala circulación.
¿Cuáles son los síntomas de mala circulación?
Antes de nada, ¿sabes si necesitas mejorar tu circulación? Para responder a esta pregunta es necesario saber reconocer los principales síntomas de mala circulación, lo que nos permitirá saber si es necesario ponerse en marcha para luchar contra el problema.
La mala circulación, para empezar, puede ser un problema generalizado o puede centrarse en una parte en concreto del cuerpo, incluso a una única vena o grupo de ellas. Cuando la sangre del retorno venoso no circula como debería, suele presentar uno o varios de los siguientes síntomas:
- Calambres en las piernas o sensación de piernas cansadas
- Cambios de textura y color en la piel
- Aparición de úlceras
- Picazón, comezón u hormigueo en las piernas
- Hinchazón y la sensación de calor asociada
¿Por qué hacemos referencia a la mayoría de estos síntomas mencionando específicamente las piernas? Es una cuestión de anatomía: la sangre que el corazón bombea, limpia y cargada de oxígeno o nutrientes, viaja por las arterias con toda la fuerza que nuestro músculo más importante le ha dado. Sin embargo, tras entregar su valiosa carga y recoger los productos de rechazo del resto del cuerpo, empieza su camino de vuelta hacia el corazón, esta vez por el circuito venoso.
A esas alturas la sangre ha perdido parte de su empuje, y si el sistema circulatorio no está en sus mejores condiciones, puede costarle vencer a la gravedad subiendo por las piernas de vuelta hasta el corazón. Por eso, muchos problemas circulatorios se dejan notar en este punto.
Las causas de esta mala circulación pueden ser muy variadas, desde simple influencia del clima a cambios en el organismo, enfermedades vasculares o simples malos hábitos de vida. Si sientes que sufres a menudo de alguno de los síntomas arriba descritos, estos consejos te interesan.
¿Qué no se debe comer cuando se tiene mala circulación?
La alimentación juega un papel muy importante a la hora de mejorar la circulación de piernas o del organismo en general. Después de todo, es cierto que, al menos en una parte importante, somos lo que comemos.
- Si tu circulación no es buena por cualquier motivo, harás bien en evitar los alimentos ricos en grasas o con alto contenido de sodio, ya que este tiene un importante efecto de retención de líquidos, lo que obliga a nuestros riñones, hígado y corazón a trabajar más de lo necesario, disparando la probabilidad de sufrir un problema vascular.
- Patatas fritas, embutidos y salchichas. Todos ellos son ricos no solo en sodio sino también, muchas veces, en grasas saturadas y colesterol, todos ellos enemigos del sistema circulatorio.
- Quesos curados. Cuanto más curado está un queso, más sodio, colesterol y grasas saturadas contiene, con lo que peor es para la circulación. Limítate al queso fresco.
- Mantequilla y leche de vaca. Ambos sin ricos en grasas y colesterol, con lo que no hace falta dar más detalles.
- Pizza. Este rico plato de la cocina italiana suele ser muy rico en grasas y colesterol, sobre todo en las versiones más industrializadas que nos llegan.
- Salsas comerciales. Mayonesa, kétchup, mostaza y estantes enteros de variantes suyas en cualquier supermercado… casi todas ellas van cargadas de sal, azúcar o ambas cosas, así como grasas y colesterol.
- Alcohol. Las bebidas alcohólicas son de lo más perjudicial, pues el alcohol solo puede metabolizarse como grasa y además actúa como elemento que provoca la retención de líquidos. Por si todo esto fuera poco, su consumo inhibe la producción de glóbulos rojos y blancos, siendo uno de los alimentos más dañinos, especialmente para personas con problemas de circulación.
- Bollería industrial. Los pasteles y todos los tipos de bollería industrial tienen altísimas cantidades de azúcar, que provoca graves daños en las paredes de los vasos sanguíneos y pueden acabar provocando problemas muy serios.
- Conservas. Los productos en conserva están elaborados en muchas ocasiones con grandes cantidades de sal, azúcares o conservantes perjudiciales, por lo que no conviene consumirlos de forma regular.
Además de evitar todos estos alimentos ricos en sodio, azúcares o grasas, es vital mantener una hidratación adecuada, bebiendo alrededor de 2 litros de agua al día. Eso sí, ¡de agua, no de refrescos, café o bebidas alcohólicas!
¿Cómo mejorar la circulación en casa?
Si crees que sufres de mala circulación, lo primero que debes hacer es acudir cuanto antes al médico para que pueda evaluar tu caso. Sin embargo, mientras esperas la visita o después de haber sido diagnosticado, hay varias medidas que puedes aplicar por tu cuenta para mejorar tu circulación:
- Come sano. Evita los alimentos descritos en el listado de arriba y mantente hidratado, ambos son puntos clave para mejorar tus síntomas.
- Potasio, vitaminas C, E y antioxidantes, tus aliados. Los alimentos ricos en estos alimentos han demostrado tener un impacto positivo sobre la salud cardiovascular. Cereales, frutos secos sin tostar o frutas como los cítricos, la guayaba o la fresa son grandes elecciones. También las verduras como la espinaca o la lechuga.
- Antes de dormir, mantén tus piernas elevadas. Al final del día, tras toda la actividad, puede ayudarte a descansar mejor elevar tus piernas durante unos 5 o 10 minutos, a ser posible por encima de la cabeza, de forma que la gravedad juegue a favor de tu circulación.
- Aprende a practicarte masajes estimulantes. Hay masajes que son fáciles de dar y pueden ayudarte a estimular la circulación, sobre todo en tus piernas y las zonas donde más sientes que se acumula la sangre.
- Ducha fría. No es necesario que te duches por completo con agua fría (aunque esto tiene numerosos beneficios para la salud) pero puedes empezar y terminar el día con una ducha fría en tus piernas, desde los pies a los muslos, lo que favorecerá tus venas y te dará alivio.
- Evita el tabaco. Tiene un efecto tan nocivo para tu organismo como el alcohol o más, especialmente para los pulmones y tus venas y arterias.
- Las medias de compresión también pueden ayudarte a mantener a raya los síntomas durante el día.
Hacer ejercicio, otro de los trucos para mejorar la circulación
Una vida activa es uno de los mejores aliados contra la mala circulación. Unos 30 o 40 minutos diarios de actividad física específica pueden suponer un cambio enorme en tu cuerpo, estos son algunos ejercicios que puedes practicar:
- Ponte de puntillas. Desde una posición de pie, álzate sobre las puntas de los pies tan alto como puedes, mantente ahí unos segundos y vuelve a bajar. Repite el movimiento 10 veces, y luego haz lo mismo sobre tus talones. Una alternativa estupenda a este ejercicio, si tienes la suerte de vivir cerca de la playa, es andar de puntillas por la arena.
- Pedaleo desde el suelo. Túmbate boca arriba sobre una superficie firme como el suelo, levanta las piernas y simula el movimiento de pedaleo en bicicleta. Haz 15 repeticiones durante 3 series, enérgicamente, para que tu musculatura se active y favorezca el retorno venoso.
Tratamientos para mejorar la circulación
Los tratamientos corporales de los centros de medicina estética también pueden ayudarte mucho a mejorar tu circulación.
Uno de los más populares y eficaces para la mejora de la circulación es la presoterapia, un tratamiento corporal de medicina estética especialmente adecuado para reducir la retención de líquidos y la celulitis, además de liberar la grasa localizada, tonificar la piel y la musculatura y mejorar la circulación.
Consiste en la aplicación de aire a presión mediante un traje neumático de cuerpo completo. Conforme la presión se va aplicando de forma gradual y por secciones, desde la parte inferior del cuerpo hacia la superior, el sistema linfático se activa mejorando la circulación y movilizando líquidos y grasas retenidos. Es un tratamiento además particularmente popular porque, además de no ser en absoluto invasivo, su aplicación resulta cómoda, agradable y muy económica, sin ninguna contraindicación.
Esto, añadido a las promociones que los centros Grupostop ofrecen no solo en presoterapia sino también en tratamientos faciales y otros tratamientos corporales para todo tipo de problemas estéticos, hacen de esta una gran oportunidad para cuidar tu cuerpo y ponerlo en su estado más óptimo por muy poco dinero.
Los masajes corporales realizados por profesionales son otra forma muy efectiva de activar el sistema linfático a la vez que se reduce el estrés y la tensión, siendo así un tratamiento tanto para el propio cuerpo como la mente, permitiendo al paciente relajarse en gran profundidad. El efecto es así doblemente beneficioso.
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