Estamos en primavera, la estación que nos trae de nuevo el sol, la manga corta, las flores y los días más largos. Los colores alegres inundan nuestro armario y nos recuerdan que pronto gozaremos del buen tiempo del verano. Definitivamente, estamos deseando que acabe el frío y crudo invierno para sumergirnos en ese tiovivo de colores que es la primavera.
Y, sin embargo, nos ocurre algo extraño… Sin saber muy bien por qué, no te sientes bien; estás fatigada, desanimada, incluso un puntito irritable. Te cuesta concentrarte y hasta la tarea más sencilla se te hace cuesta arriba sin causa aparente.
No tengas dudas: estás pasando por la temida astenia primaveral. Para ser exactos, la astenia no es propiamente una enfermedad; el cambio de estación no es por sí solo motivo suficiente para sentir ese malestar anímico. En realidad hay otros factores, que únicamente suceden en primavera, que pueden provocarnos esa sensación de desmotivación y cansancio:
- La alergia al polen: La llegada de la primavera hace que las alergias se disparen por la polinización de las flores. Las reacciones al polen pueden provocarnos mucosidad y tos seca, que nos impiden dormir bien. Esto explica que podamos sentir mayor cansancio que en otras épocas del año. Además, la medicación que tomamos para reducir las molestias de las alergias (antihistamínicos) suele provocar somnolencia, lo que nos hace sentir más desanimadas y cansadas.
- El cambio de hora: En estas fechas, adaptamos nuestros relojes al horario de verano. Despertarse una hora antes altera nuestro biorritmo, un cambio que nuestro cuerpo tarda un tiempo en asimilar. En todo caso, este proceso de adaptación no debería durar más de dos semanas; si notas que se alarga más, consúltalo con tu médico por si hubiera otros factores que te estén afectando.
- El cambio de temperatura y la meteorología inestable: La primavera suele venir acompañada de un tiempo muy variable, que también afecta a nuestro cuerpo. Los días de sol y de lluvia se alternan alocadamente, sin que tu cuerpo tenga tiempo de adaptarse a tanto cambio. Lo mismo sucede con las temperaturas, que pueden influir en nuestra tensión arterial; estos vaivenes de tensión pueden causar cansancio y somnolencia. Con razón decimos eso de que la primavera la sangre altera…
¿Qué podemos hacer para minimizar los síntomas de la astenia primaveral?
Ahora que ya sabemos qué causa la astenia, es hora de plantarle cara. Lo primero que debes saber es que la solución a la astenia primaveral pasa esencialmente por llevar una vida lo más sana posible. Vale, eso es algo que deberíamos hacer durante todo el año, pero en primavera más que nunca, ya que la astenia primaveral nos acecha.
Para conseguirlo, te damos una serie de consejos que te pueden ser de gran ayuda:
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Respeta las horas de sueño y comidas
Si quieres que tu cuerpo se adapte pronto al horario primaveral, debes seguir un horario de comidas lo más regular que puedas y darle a tu cuerpo las horas de sueño de calidad que realmente necesita. Resiste las primeras semanas la tentación de las terrazas y los aperitivos hasta que tu cuerpo se haya aclimatado.
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Sigue una dieta sana, equilibrada y rica en líquidos
Lo normal, cuando sentimos cansancio o desmotivación, es achacarlo a la falta de vitaminas y salir corriendo a la farmacia a por algún complejo vitamínico. Sin embargo, esto no será necesario si llevas una dieta abundante en verduras y frutas de temporada, que son especialmente ricas en vitaminas. Piensa que una cantidad excesiva de vitaminas puede ser tan perjudicial para tu cuerpo como su escasez.
Añade a tu dieta zumos naturales, tés e infusiones. ¡Y no olvides beber tus dos litros de agua diarios!. Además de nutrir e hidratar tu piel, te ayudará a combatir esa desagradable sensación de cansancio. Así que no lo olvides, ¡bebe mucho!
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Haz deporte
El deporte es un buen compañero para superar esos momentos de desmotivación y fatiga mental. Al hacer ejercicio, liberamos endorfinas, que son las hormonas de la felicidad, lo que nos ayudará a sentirnos más positivas y animadas. Empieza por hacer algún tipo de ejercicio moderado que te divierta y te haga sentir bien. No realices ejercicios especialmente bruscos o intensos; recuerda que se trata de eliminar la sensación de cansancio, no de incrementarla.
Aprovecha los días soleados para salir a andar y disfrutar del paisaje que tu entorno te ofrece. Y los días lluviosos, disfruta en tu gimnasio de las actividades que más te diviertan, como éstas, pero sin forzarte demasiado.
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Aprovecha al máximo tus días de ocio
Haz planes, organiza tus días de descanso realizando aquellas actividades que te hagan sentir bien. Tanto si llueve como si es un día soleado, seguro que encuentras cosas que hacer que te motiven y te levanten el ánimo.
Anímate y aprovecha para ponerte guapa y depilarte; sentirte bien por fuera te ayuda a también sentirte bien por dentro. Lee ese libro que siempre aparcas por falta de tiempo, busca aquella receta que te encantaría cocinar, ¿y si aprovecharas un día lluvioso para ir al cine y disfrutar de una buena película?
Diviértete los días soleados tomándote un aperitivo en una terracita, llama a tus amigos y disfruta de su compañía; hay tantas posibilidades… solo tienes que planificarlas y dejar la pereza a un lado; seguro que de este modo, pronto te sentirás más animad@.
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Así que ya sabes, si sigues estos consejos, la astenia primaveral ya no será más un obstáculo para ti. Aprovéchalos y ¡disfruta al máximo de todo lo bueno que nos ofrece la primavera!
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