Para combatir la grasa localizada, se emplea un procedimiento que implica la administración de microinyecciones con una mezcla específica de sustancias activas directamente en áreas problemáticas del cuerpo. Esta metodología fusiona aspectos de la mesoterapia y la lipoterapia, facilitando la descomposición de los depósitos adiposos y mejorando la textura de la piel de manera no invasiva. El objetivo es alcanzar una silueta más definida y mejorar la elasticidad dérmica, adaptándose individualmente para obtener resultados visibles y duraderos en la remodelación corporal.